sábado, 15 de noviembre de 2008

Vómito


Jamás pensé escribir por placer, por dar a conocer sentimientos que pensé no sentir nunca, por dar a conocer lo que siento, lo que respiro, lo que soy a tu lado, lo que no soy cuando no estás conmigo. Poder decir con orgullo que al pensar en ti me ahogo en suspiros, muero y vuelvo a morir de felicidad, me gusta sentirlo pero a la vez no, te amo pero al mismo tiempo me odio, quiero estar toda mi vida contigo pero a la vez quiero morir, quiero saber todo de ti pero a la vez no, quiero besarte pero a la vez quiero darte la espalda y salir corriendo. Necesito una mirada tuya, que tus manos me reconozcan, que tu pelo me acaricie con la ayuda del viento, cobijarte con mi voz, morir en tu boca, revivir en tus brazos, ¿bailas conmigo? Solo necesitamos estar conectados, solo esta pieza, solo esta melodía, muévete, muéveme, déjame envolver tu cuello con palabras y frases inéditas. Déjame tocar tu rostro, mis ojos te pertenecen, mi corazón te llama, mis lágrimas te buscan, mis manos te encuentran, a tientas te siento ¿te tientas en sentir?, vacía tu boca en la mía, busco respuestas en tus ojos, encuentras satisfacciones en los míos. Ámame; no, solo déjame amarte. Ódiame, ahora somos dos. Bésame, ¿tanto merezco?

jueves, 23 de octubre de 2008

3.


Mi vida cambió para siempre...
todo gracias a ti...
te amo, por lo que eres
y lo que me das
y lo que soy por tí
y por él...


Un amor de tres,
con invitación especial,
felicidad asegurada,
orgullo previo,
los amo,
por lo que son,
y lo que soy por tí
y por él,
y por lo que somos los tres.

jueves, 18 de septiembre de 2008

-.-


Llego a la esquina, donde siempre tomo la locomoción a Santiago. Son las 8:13pm, completamente oscuro, al pasar, las luces de las micros ciegan mis ojos acostumbrados a la oscuridad. Con los audífonos puestos me concentro en pensar en ti. Pienso en lo feliz que somos, en los proyectos, en el presente…en el pasado…
A unos metros de mí unos viejos se conversan unas cervezas en lata, no puedo escuchar lo que hablan, pero si los observo: uno llevaba una bolsa en las manos, el otro era calvo. Detrás de mí, comienzan a cerrar un negocio, (saco mi encendedor del bolsillo y enciendo un cigarro) apagan las luces y cierran con candado la reja que protege la entrada (segunda bocanada, aspiro lenta y profundamente, vuelves a mi mente, persistente como polilla en ampolleta. No me molesta, pero a veces me perturba la capacidad que tienes de meterte en mis pensamientos con tal facilidad) me distraigo con el movimiento que hace el viejo al lanzar la lata de cerveza vacía al suelo: el hombre calvo terminó con su contenido. Siguen su conversación, como si no importara nada más en el mundo. Me quedo observando a aquellos viejos que hablan tan aireadamente, agitando los brazos, riendo a carcajadas, uno, sorbiendo la cerveza de la lata, el otro, fumando y votando el humo del tabaco al hablar, (me doy cuenta que aún tengo el encendedor en una mano, lo guardo en mi bolsillo y miro a la vereda de en frente, pasan dos niñas de unos 9 años de edad (-cuando tenga hijos, no los dejaré salir hasta estas horas de la noche solos-pienso…cuando tenga hijos..), más atrás un tipo conversando por celular.
De la casa de la esquina, sale una pareja, el cierra la puerta, ella lo espera con algo de impaciencia en sus ojos, termina de poner llave, la guarda en el bolsillo, se gira, ella lo mira, él hace lo mismo, se abrazan y se besan, un beso que me hace recordarte, que me despierta la envidia, quiero volver a estar contigo, mato por un minuto más junto a ti, necesito otro de tus besos, un abrazo más, palabras tiernas, de esas que sabes decir en el momento justo: te extraño.
Miro a mi izquierda, se suponía que vería dos viejos conversando, en vez de eso, hay solo 3 latas vacías, unas colillas y una bolsa en el suelo, ellos, abordaban la micro con dirección a Puente Alto, (recuerdo mi cigarro, mitad ceniza, mitad tabaco, lo sacudo con los dedos para votar el excedente quemado y fumo nuevamente mientras veo como la micro con los viejos se aleja) miro al final de la calle por si viene mi micro. No se ven luces, (recuerdo el día que nos conocimos, recuerdo tu cara de sorpresa, cuando te llamé, sin conocerte, te invité a mi mesa, conversamos mucho, nos reímos, nos conocimos, nos besamos…recuerdo tu manera de conversar, inteligente, graciosa, tierna, sutil, hermosa…te amo.
(Termino mi cigarro, apago la colilla con el pie, veo la hora 8:28pm), aún no llega la micro que me separará de ti 2 eternos días…de la vereda de enfrente cruza un hombre y una mujer, de unos 40 años cada uno, piel morena, pelo negro y sucio, zapatos rotos, yo atribuyo a que son pareja. Parecen hippies, una pareja de hippies. Los ojos de ambos se clavan en las latas vacías que reposaban a unos metros de mí, las toman y las guardan en una bolsa con más latas. Me miran al pasar por mi lado, yo hago como que no les presto atención, fijo la mirada en el final de la calle, como viendo algo, pero no hay nada…bueno, veo unas luces que se aproximan: es mi micro. Saco la plata, mi pase. Me subo a la pisadera, le muestro mi pase al chofer en el momento que le paso los $250. Al micrero no le gustó que no pagara pasaje completo, pero antes de que me diga palabra alguna me giro y le doy la espalda. Miro por la ventana, veo a la pareja de hippies que vuelven al lugar donde encontraron las latas, no había nadie más que ellos en la calle, miran a todos lados para corroborarlo, recogen la bolsa que yacía en el suelo, la guardan con suma rapidez en la misma bolsa de las latas, se miran, se vuelven a mirar, sonríen, se toman la mano entrelazando los dedos…caminan…el buz comienza a partir.

martes, 1 de julio de 2008

Volver.


El bus se asoma al final de la calle, se acerca rápidamente, miro tu cara, no sé si estas desconcertada, feliz por el vuelco de la situación o ansiosa por mi ida a la mierda. Me despido con un beso en la mejilla. Al primer escalón pisado del vehículo una lágrima rueda por mi seco rostro, la muy maldita se escapó, muerta cae al suelo, olvidada y jamás pensada se evaporó en una milésima de segundo. Te miro de reojo, no sé cómo pude creer que me querías, que mis besos te gustaban, mi presencia te llenaba. Pensé que te gustaban mis ojos, mis manos, mi piel, mi pelo, mis labios, mi cuello, que me deseabas, que me amabas. Nunca me di cuenta que todo lo que te di no fue suficiente, que con vaciar mis manos sobre las tuyas y mecerte con mis ojos al verte sonreír no serviría de nada.

Insistencia tras insistencia, no estoy hecho para súplicas, basureado, derrotado me dirijo a Santiago, la cabeza gacha más el maldito sentimiento de haber vuelto a hacer las cosas mal, miro por primera vez a través de la ventana y veo que ya es de noche, luces amarillas, blancas y rojas pasan por mis ojos, como destellos de imbecilidad, la luna me mira con cara de enojo, las estrellas no están, se escondieron para no verme, para no compadecer a este estúpido que va por un camino equivocado.

Tu severo silencio me caló en lo más profundo, al preguntar algo el hielo de tu indiferencia se hacía presente, olvidando las palabras mencionadas con anterioridad. Respóndeme algo, toma mis manos, mira mis ojos, besa mis labios, no puedo pedir nada más obvio, nada más consecuente con mis sentimientos.

Llego a la estación, esa en que tantas veces estuvimos, para despedidas tristes pero no melancólicas, tristes solo por el hecho de separarnos. Creo que la melancolía es el peor trago de sentimiento que puedes beber, pobre en argumento pero letal para gente que ama (como yo), la melancolía sirve para revivir momentos que pudiste haberlos vivido hace unas horas, meses, años o décadas, pero sentirás el mismo dolor, en cualquier momento, solo tienes que volver al pasado.

Camino por las tiendas, antes de llegar al metro. Necesito tu voz, necesité que me frenaras en mi afán de subir al bus, tu sabes que no quería hacerlo, que quería que me abrazaras, me detuvieras, me tomaras de las manos y que me dijeras que todo lo que yo pienso está mal, que si te gusto, que si me amas, que te encanta mi forma de ser; sin embargo, al irme no vi un músculo de tu cara contraerse, tus brazos cruzados no se movieron un milímetro, tu mirada se perdió en el vacío y me dejaste ir, resignada, como si hubiese muerto.

El viaje de regreso continúa, transcurre con toda normalidad para ojos ajenos, pero mi interior se retuerce, porque mi alma se quedó contigo, yo lo sé, lo intuyo, siento hambre de ti, me odio, no soporto que no estés conmigo, no lo logro, prefiero tu hielo que el calor triste de tu ausencia.

Mil preguntas saltan en mi mente, lanzadas con el latir de mi corazón, mi mete dibuja una vez más tu rostro, te imagino en tu pieza pensado en cómo darle fin a todo, por dignidad debería hacerlo yo, pero me es imposible, mi alma te pertenece, mis manos, mis ojos volcados en los tuyos, me rehúso a perderte, no consigo pensar en otra cosa que no sean tus labios, quiero un beso tuyo, tan inquietante, suave, hermoso, como mil soles, rostro de plata, mi linda obsesión, quiero un sorbo de tu amor, un sorbo más, tranquilízame, inquiétame de nuevo, llámame con la voz de tus ojos, perfectos ojos, perfecta: TE AMO.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Esperando la luz.


Me lavo las manos, me mojo la cara con el agua que logro capturar con ellas, reparo en mi rostro: el contorno de mi cara, las gotas que se lograron escabullir sobre mis mejillas y llegaron a mi boca, felices de tocarla, triunfantes, se pasean por mis labios y ruedan hasta mi mentón dejando una estela detrás de sí mismas. Mis ojos vacios, con exageradas ojeras se miran a sí mismos. Mecánicamente miro mi reloj, son pasadas las 2 de la madrugada, sin nada más productivo que hacer ese día, y, resignándome a que este murió para mí. Arrastro mis pies a la cama. Acostado ya en mi colchón me fijo en la luz que logra colarse por la ventana, silencio absoluto en mi casa, un silencio que no me deja escuchar ni mis propios pensamientos. Me dio calor, maldito cobertor, lo tiro a los pies de la cama, me quedo solo con las sábanas.
Cuando me siento vacio, pienso que la vida es muy mala conmigo, sin corazón, sin importarle cuan mal la paso, cae una tras otra, sin descanso, no puedo, trato de pensar cosas positivas, siempre caigo infértil en mi intento, a veces soy un muerto en vida, redactar esto me desahoga, seguro que sí.
Pensar en la muerte como una solución: absolutamente viable, medio de escape, respiro, punto final a problemas y dolencias del corazón, esos que no se quitan con un jarabe o pastilla, sin embargo soy muy cobarde hasta para eso, no me atrevo, pienso en mis padres, la decepción y el sufrimiento que les daría, los amo demasiado, no lo haré.
Seguir la vida pero inerte, como tocar un piano sin alma, estar con alguien sin amarlo, escuchar una canción que no te gusta por complacer a alguien, ver un partido de futbol sin que ningún equipo te guste, reírte de un chiste fome, sigo mi vida y las acciones que tomo son por instinto.
Nuevamente extraño, nostalgia por momentos de sueños, manos frías, lluvia de sonrisas inyectadas como suero, caricias de rayo, abrazos de luna, besos de relámpago, piel de estrella, nuevamente extraño un amor como la noche, la noche más hermosa de mi vida.
Absorto en mis pensamientos, veo un zancudo posado en mi brazo, le presto atención: el muy maldito me succiona la sangre, centímetro a centímetro, pero no importa, llegamos a un acuerdo.
Veo mi reloj: tres y media, no consigo dormir, me concentro en ello pero no puedo, a mi cerebro le gusta pensar cosas crueles dirigidas a mi persona, debería crear anticuerpos contra él. Me desespero, quiero una solución a mi gran pena en este momento, pero si lo analizo, no quiero respuestas anticipadas, soluciones a la rápida, tampoco quiero depresiones reprimidas, no quiero que vivan la vida por mí, ¡El karma es mío señores…!
No quiero palabras de plástico, sensaciones falsas, personas irreales, personajes, no quiero más personajes en mi vida, mi historia.
Me siento en la cama, saco los pies, deseosos de pararse, besar el suelo, sentir la alfombra bajo ellos, mis manos tapan mi cara, aun así, logro ver la luz que se cola por mi ventana y cae tranquilamente al suelo, sin preocupaciones, vuelvo a tumbarme boca arriba sobre la cama, resignado a ver el alba, sin una pizca de sueño, cierro mis ojos en aprobación al momento transcurrido, mi momento, mi vida.

jueves, 8 de mayo de 2008

Un último beso.


La espina comenzó a doler, desde un principio sabía lo que me sucedería, un fracaso más en mi cabeza, otro problema con el cual lidiar, mi mente reventará en cualquier segundo, de los ojos amarillos, no queda más que su recuerdo, el que me atormenta, me hiere, necesito lágrimas, necesito autocompasión, me odio tanto que no me da pena lo que me sucede, ¿Por qué te fuiste? ¿Qué hice mal?, dos vasos nuevamente fueron testigos de un suceso, este, en cambio, resultó al revés, ahora me quitaste esos ojos que me pertenecían hace unas horas, podre vivir con esa ausencia, soportaré mi nueva desilusión, lograre salir de este pasadizo oscuro, pero ¿No crees que con un último beso todo hubiese sido más fácil?, sobrellevar tristezas es mi especialidad, las canciones pierden su valor, el sabor de la vida es amargo, acido. Sin tus besos y tus miradas todo se ve gris, como las calles antes recorridas. Sin tu cuerpo estoy a la intemperie, a merced del clima, las nubes, la lluvia, vuelven una vez más, mi corazón, nuevamente abierto, pide clemencia, yo, en cambio, le pido resignación. Sin tu aliento me asfixio, muero. Sin tus caricias pierdo la cabeza, mi mente no quiere respetar acuerdos. Sin tu voz me pierdo, me desoriento, no encuentro salidas a problemas antes simples.
¿No crees que con un último beso todo hubiese sido más fácil?, no pensar en ti es lo más difícil del mundo, no pensar en ti me hace no pensar en nada, así pierdo una y otra vez la cabeza, mi mente te pertenece; ya te la regalé, un disco pare a mi pena, no por mí, sino por saber que no te volveré a ver más, esos ojos amarillos estarán al fin en su lugar, lejos de mí, nunca me pertenecieron, malvados, me hacían olvidar todo, no pensar en nada más que en ellos, en los destellos que daba, los cambios de ánimo que conseguían solo con dedicar una mirada.
¿No crees que con un último beso todo hubiese sido más fácil?
Sufrir, quemarse, retorcerse, agonizar, morir y volver a morir, necesito más de lo que crees, eres más de lo que necesito, me quitaste más de lo que tenía, fuiste más de lo que pensaba y serás más de lo que crees, ¿No crees que con un último beso todo hubiese sido más fácil?

lunes, 5 de mayo de 2008

Una mirada más.


Me haces escribir, me obligas a escupir, darle libertad a mis palabras, pensamientos inequívocos de mis sentimientos más íntimos. Me haces sentir, desear, querer, pedir, un beso más, una caricia más, un segundo más.

Caminamos por las calles más descoloridas existentes, tristeza en contornos de colores, amor al descubierto, cualidades descriptibles, piscas de complicidad, miradas falsas de la gente, un regalo tuyo, en el lugar adecuado, con 2 vasos como testigos, unos ojos amarillos me pertenecen, ahora, son míos, a cambio, mi mente, estúpida mente, inservible en otro aspecto que no seas tú. Me regalaste tus ojos, sin embargo sus miradas no.

Fingí mirar tus manos, fingí mirar tu pelo, fingí mirar tus labios, me confieso: solo miraba tus ojos, imposible no hacerlo por un segundo, como no mirarlos, como no quererlos, como no quererte, como no extrañarte.

Caminábamos por las calles más plomas vistas por tus ojos, pero todo era amarillo, me embriagué con tus risas, tus palabras, te veías bien, alegre, contenta, cada segundo quería más y más, entraba en trance, sabía que no podría salir más, adicto a tu saliva, mírame una vez más con tus ojos amarillos, esos que me obsequiaste en un lugar adecuado, en un segundo inesperado, con mi felicidad a tus pies, pero, en el peor momento de tu vida.

Oblígame a dejarte, oblígame a no pensar en ti, oblígame a no sentir, oblígame a no extrañarte, oblígame a olvidarte, quizás mi alma te obedezca.
Pido a gritos volver a verte, tú no quieres, tú no volverás a pensar en mí, tú ya me olvidaste, ahora estás bien, en la comodidad de otros brazos, los que envidio con mi corazón abierto, sangrando, desgarro de tristeza, recurrente agonía, quítame la vida, morir, dormir, no sentir, morfina eterna, pero antes mirar tus ojos un segundo, y volver a sentir tu calor cerca de mí.

lunes, 28 de abril de 2008

1979.


Los chicos cool nunca tienen tiempo
En un alambre vivo
Sobre la calle
Tú y yo deberíamos conocernos
Un bicho de junio brincando como una piedra
Con los faros apuntando hacia el amanecer
Estábamos seguros de que nunca veríamos un fin a todo esto
Y ni siquiera me importa
Sacudir este blues de cremallera
Y no sabemos
Ni dónde descansarán nuestros huesos
En la basura, supongo
Olvidados y absorbidos
Por la Tierra
Pon dos cruces a los vacantes y a los aburridos
Ellos no están seguros de lo que nos espera
La ciudad de la morfina resbalando
Lo que merecemos para ver
Que ni siquiera nos importa
Tan cansados como estamos
Sentímos la atracción
En la tierra de los mil culpables
Y cemento vertido
Lamentado y asegurado
A las luces y a las ciudades debajo
Más rápido que la velocidad del sonido
Más rápido de lo que pensábamos que nos iríamos
Bajo el sonido de la esperanza
Justine nunca supo las reglas
Colgada con los freaks y los ghouls
Ni siquiera hubo que pedir perdón
Te conozco mejor de lo que finges, para ver
Que ni siquiera nos importa
Sacudir este blues de cremallera
Y no sabemos
Ni dónde descansarán nuestros huesos
En la basura, supongo
Olvidados y absorbidos
Por la Tierra
La calle calienta la urgencia del sonido
Mientras puedes ver que no hay nadie por aquí.

jueves, 17 de abril de 2008

Vaivén.


Un alma deseando libertad, amor, comprensión, un par sin cascara, compartir, sentirse uno, mis manos piden, deseosas de querer, necesito comprensión, un espejo, mi reflejo, ganas.
Mi persona predilecta, ¡cuánto pienso en ti..!, en un parque de diversiones con montañas rusas, mis sentimientos, con los sobresaltos del vértigo, la desesperación y el miedo a caer, no volver, ¿en donde estas? Un miedo sin vuelta atrás, un carisma adquirido, emparedado de esperanza. Juego de tristezas, vueltas sin fin, miradas vacías, gente sin importancia, que se repiten una y otra vez como las vueltas del carrusel.
Quisiera saber, el momento exacto de tu llegada, mi alma lo sueña, mi corazón llora lagrimas de alcohol bebidas por mi mente, absorbo mi entorno, trago mi pena, inyecto tristeza, sueño tus manos, beso tus huellas, miro el reloj, se que nunca vendrás, y no volverás porque jamás has estado aquí.
Critico la suerte, maldita suerte, no te conozco, 20 años de mi vida son infértiles a la hora de explicar la bitácora en mi espalda, tu eres la portada, pierdo minutos, gano desesperación, cada segundo, cada centésima, se que nunca te conoceré y que tu jamás pensaras en mí, la persona que pide tu alma a gritos, te veo en escaleras interminables, pasillos fríos, ascensores vacios, reflejos falsos, un edifico de cemento, mil ventanas y en ninguna estas tu.

miércoles, 12 de marzo de 2008

2008.


Una llamada a las 4 de la tarde sacó a David y Fabio de la monotonía del día, el jaque que Fabio había conseguido en ese instante fue inútil, la desesperación de David por contestar el celular, fue tanta, que, al levantarse, con el pié, derramó las piezas del ajedrez por la habitación que compartían ese verano.
Bebiendo un sorbo de vino de un feo vaso, Fabio observaba las muecas de David al conversar con la persona que estaba al otro lado de la línea, no podía imaginar quien era, sin embargo al colgar, las dudas de Fabio fueron disipadas: Nicole los invitó a embriagarse en la playa a eso de las 11.
A Fabio la idea de estar con Nicole le daba lo mismo, sabía que David tenía la opción de tirar esa noche con ella, él sólo iba por el alcohol, el beberlo en la playa, acompañado de un cigarro y una simple conversación, lo contentaban de sobremanera.
El resto del día pasó lentamente, David pensado en Nicole, desvistiéndola con la imaginación, pensando cómo sería tener sexo con ella, mientras Fabio, tomaba más vino en el mismo vaso besoteado tantas veces por él en ese día.
La ausencia del sol hace más de 2 horas, avisaba que se acercaba el tiempo de ir a la playa, cogiendo la plata que gastarían en el alcohol que bañaría sus gargantas esa noche, abandonaron la casa hasta el día siguiente. Llevaban unos 20 minutos caminado cuando llegaron al negocio en el cuál debían encontrarse, Nicole, ese día se veía muy linda, llevaba unos pantalones ajustados, unas converse blancas, una chaqueta negra y una radiante sonrisa; tiró la colilla que llevaba entre los dedos al suelo y la apagó con el pié para saludar a sus invitados.
En el mismo negocio compraron 5 cervezas de litro y 2 cajetillas de cigarros, a mitad de camino, se dieron cuenta que era muy poco copete, les esperaba una larga noche, después de una caminata de 15 minutos llegaron a la bendita playa.
Se sentaron en la arena, bebieron un par de botellas conversando de la vida, David y Fabio estaban medio ebrios, habían bebido todo el día, una costumbre adquirida por ellos esas vacaciones; ella, todavía no entraba en el estado que más tarde encontraría de manos del alcohol.
Un par de horas más tarde, Nicole, se levanta de su puesto, con una energía que solo podemos atribuir al alcohol ingerido, potenciada con las miradas de rayo que David le daba a sus pechos, lo cual, a ella, la contentaban mucho, comenzó a caminar con la bolsa que contenía el par de botellas llenas e hizo un gesto con la mano, invitando a los otros dos a imitarla. Unos 10 pasos separaban a Nicole de David y Fabio, que la seguían tambaleándose por lo irregular del terreno y algo más.
Caminaron por la playa rodeando el mar, con cada paso dado se hacía más oscuro, por lo tanto, a David cada vez se le hacía más difícil mirarle el culo a Nicole. -¡Al fin llegamos!- dijo feliz Nicole, observando el paisaje y aspirando fuertemente el aire limpio. David sacó, los ojos de las piernas de la Nico, para apreciar la vista, como pocas veces en su vida, se conmovió. El lugar en el que se encontraban, constaba de unas hermosas estrellas brillando en un negro cielo, muchas rocas de distintas tonalidades, bañadas por un mar azul oscuro, las olas hablaban por si solas. Imposible interrumpir esta bienvenida, con palabras ordinarias que saldrían de una mortal boca, lo hermoso de este espectáculo era la sencillez con que se mostraba el mar ese día.
Quizás paso una media hora de silencio, en homenaje a esta preciosa recepción brindada por la playa. Siguieron bebiendo, el alcohol continuó con su efecto y las lenguas volvieron a soltarse. Cuando quedaba la mitad de la última botella, los tres decidieron volver al negocio que fue su punto de encuentro hace unas horas.
Se devolvieron por donde llegaron, al fin, a lo lejos divisaron el minimarket, pero esto no fue para bien, las luces apagadas indicaron que éste estaba cerrado, se sentaron en el borde del camino pensando que podían hacer, ya que ir a otro lugar sería imposible, debido a lo apartado de la playa. El cuerpo les pedía alcohol, sentían sus bocas secas y su lengua ardiendo. Fabio, levantó la vista, a lo lejos divisó 2 siluetas negras de cabello largo. – ¡Miren, dos minas!- dijo este. –Preguntémosle donde hay un negocio- dijo Nicole. Las supuestas chicas por fin llegan a su lado: eran un hombre y una mujer de estilo metalero, ella llevaba converse negras y él unas botas gigantes patea culos, tenían el pelo similar ambos, casi el mismo largo, ondulado y suelto, vestidos completamente de negro, llevaban botellas bajo sus brazos. - ¡hola!- dijo Nicole, - ¡weeeenaaaa!- dijo el hombre metal, en evidente estado de ebriedad, la mirada que la mujer le dio, hizo que este bajara las revoluciones de inmediato. – ¿saben donde hay un negocio para comprar copete? –preguntó David. – sí, nosotros venimos de allá pero hueón del minimarket cerró. A la vuelta, bien escondido hay un negocio, “Alf” creo que se llama, pero…- el hombre hizo una pausa, luego añadió: -si quieren pueden ir a mi casa, es de 2 pisos estamos los 2 solos, ni un color si van, además, nosotros tenemos copete, ¿quieren? –acercándole la botella a Nicole, al parecer, otro, aparte de David, le miraba los senos. –No, gracias- se apresuró en decir ésta. –Nos esperan en la playa, tenemos que llevar algo de copete, o los “chiquillos” se enojarán- Flavio, mirando las enormes botas del hombre se apresuró a seguir la mentira asintiendo con la cabeza. –Chao, nos vemos luego- dijo Nicole sutilmente, haciéndole un gesto con la cabeza a Flavio y David, estos comprendieron y se despidieron también. –La única en despedirse fue la mujer, el hombre con el ceño hundido en su rostro murmuraba cosas inaudibles; al fin, ellos también voltearon y siguieron su camino tomando el rumbo contrario.
David, Flavio y Nicole caminaron varias cuadras hacia el lugar que el metalero les señaló, luego de la eterna espera por un sorbo de alcohol, las retinas de los 3 pares de ojos avisaron a las sedientas bocas que unos metros más allá se divisaba una luz, la cual no podía ser otra más que el buscado negocio. Cinco minutos más tarde salieron con todo lo necesario para pasar una noche sin frío bajo las estrellas: -3 cervezas, un vino pequeño, un pisco de dudosa procedencia y una bebida cola que su marca no sale publicitada ni en las micros piratas. Los 3 se apresuraron aun más por encontrar las acogedoras rocas., sin plata en los bolsillos, pero cargados de copete, llegaron 40 minutos después a dicho lugar.
Pasaron unas horas de conversación, historias que contaba Nicole, sobre muertes, suicidios y cosas por el estilo que se suponía, pasaban en ese lugar, con cada siniestro narrado, apuntaba con el dedo una animita o cruz nueva, dándole un toque de credibilidad en cada palabra arrastrada y escupida por ella.
A eso de las 4 de la mañana, el alcohol nuevamente empezó a escasear, sin embargo, no volvieron las ganas de volver a comprar, con el último vaso de piscola, y 5 cigarros sabían que tendrían que terminar la jornada. David le susurró algo al oído a Flavio, este 5 minutos más tarde se acurrucó entre la arena y una roca, volteándose y murmurando cosas inaudibles por los otros dos.
Nicole miró de reojo a David, comprobando su hipótesis: este también la miraba, entre hipo e hipo; realmente estaban ebrios.
En ese momento, David se acercó a Nicole, le tomo la mano llena de arena con la que se apoyaba en ésta, toscamente se acerca a su rostro, estaban frente a frente, cara a cara, sin pensarlo 2 veces, como es costumbre de David, la besó. Fue un beso normal, típico para él, que solo buscaba tocarla, poseerla. Sin embargo, al parecer, para ella, fue excitante: siempre le gustó David. – Vamos a las rocas- le dijo este a Nicole, señalándo con el dedo dicho lugar que se encontraba unos metros más allá. – Está tu primo- respondió Nicole al unisonar con una ola que reventó en la orilla de la playa. –Me da vergüenza, ¿Cómo sabes si se despierta?- David, con solo una cosa en la mente respondió de inmediato: - ¡No pasa na`! si el loco es piola, además está durmiendo, no se va a dar ni cuenta.- Nicole, se cayó unos segundos, luego miró a David a los ojos, le tomo una mano y le dijo: -David, yo seré tuya, pero tienes que pololear conmigo, yo te quiero y quiero que tengamos algo serio - a David estas palabras no resultaron gran cosa, no por ser insensible, la ebriedad mezclada con las ganas de tocar a Nicole, lo hicieron mentir: -bueno, pololeemos, veamos que resulta de todo esto.- Así prometiendo cosas que nunca cumpliría, David toma la mano de Nicole, y la conduce a las rocas, Fabio al ver que está fuera de la mirada de ellos, le roba un cigarro a Nicole, lo enciende y se pone a chamullar un tema de amor en inglés.
Al llegar a las rocas, Nicole se saca la blusa, él los pantalones, se tocan un poco, se besan y prosiguen con el ritual de la desnudez, olvidando la incomodidad de las rocas y las raspaduras que quedaban en rodillas y brazos, 20 minutos después, terminan el acto. Ahora, el sonido del mar era música para los oídos de David, que por un poco de carne, es capaz de cualquier cosa, incluso mentir, como lo hizo para engatusar a Nicole. Luego de vestirse, ella lo abraza y besa, este con la mente en un cigarro, se zafa de la prisión de los brazos que Nicole le impone.
Llegan donde estaba Fabio, buscándolo sin éxito y dándose cuenta que solo estaba la chaqueta de Nicole, 3 vasos vacios y varias botellas de la misma condición: David se preocupa, enciende el último cigarro que quedaba y emprende la búsqueda de su amigo, da 2 pasos y la voz de Nicole lo detiene: -¿Dónde vas?- David la mira y responde con las cejas levantadas: -a buscar a Fabio, obvio po` -sentándose en la arena Nicole responde: -David, Fabio está bastante grandecito, deja que él vuelva solo, quizás fue a buscar compañía.- dijo Nicole con una estúpida sonrisa en el rostro, pero al ver que David antes de terminar la frase iba caminado dándole la espalda a ella, la sonrisa en su rostro se desdibujo y en menos de un segundo, ya no quedaba vestigio de esta y en 3 segundos más, se reemplazó por lágrimas, que derramó en la arena, se puso a gritar frases a David, este nunca supo que dijo en ese momento, por lo enredado que le salían las palabras a Nicole, producto del alcohol, los sollozos y las lágrimas.– Debe ser jugo de curá.- pensó David, caminando en dirección contraria.
David buscó a Fabio en todos los grupos que estaban en la playa carreteando, como ellos, cuando por fin lo divisa en un grupo particularmente grande; con un cigarro en la mano, conversando animadamente con don tipos: al parecer Fabio tiene amigos nuevos. David llega el grupo de gente con una sonrisa, todos lo miran, Fabio, sonriendo les señala: -el es mi mejor amigo- luego mirando a David dice: -¡David, weón, únete a nosotros, los locos son tela!- el invitado no se hace de rogar, toma un vaso ofrecido por una niña que se ve de trece años y se sirve vino, pensado que el episodio vivido hace unos minutos atrás quedaría en el pasado.
La verdad es que no fue así, la vuelta a casa no tuvo sobresaltos, llegaron al cuarto compartido, y arrastrándose ambos se durmieron en sus improvisadas camas con sacos de dormir.
Un golpeteo en la puerta despierta a David, ve la hora en su celular, marca las 1 y treinta. Preguntándose quién será, se dirige a la puerta principal, que no paraba de sonar, los golpeteos lo volvían loco. Abrió la puerta, era un carabinero con algo en la mano derecha. - parece una fotografía- pensó. –Buenos días- saludó el uniformado- David, con la vista pegada a las estrellas que el carabinero llevaba como envestiduras lo saluda. – ¿Usted es el señor David fuentes?- pregunta el capitán en servicio. –Sí. Yo soy, ¿qué paso?- pregunta David inquietándose por la presencia del hombre en la puerta de la casa de veraneo de sus padres. –Soy el Capitán Mario Valdés de la comisaria del Quisco, me gustaría hacerle un par de preguntas.- David comenzaba a entender, las piernas le tambalearon. – ¿Usted reconoce la persona que sale en la fotografía?- el carabinero le entrego dicha foto, David la toma con manos temblorosas, la mira, unas lagrimas le afloran con facilidad de los ojos al darse cuenta quien estaba en ella. Había terminado de comprender todo.

viernes, 29 de febrero de 2008

Sol.


La puesta de sol más triste de mi vida...

domingo, 17 de febrero de 2008

Mi hijo por un día.



Carlos almorzaba con su familia, conversaban de los dias feos que les toco en el litoral central, lluviosos, el tenía la cabeza en Santiago, con ella, la llamada que recibió ayer a eso de las 3 de la tarde, no pudo dejarlo volver a su realidad y vagaba en lo más recóndito de la mente de Lucia, miraba el resto de pollo que le quedaba en el plato, absorto en nada, solo en lo impuro que se sentía, revolvía el ketchup con un trozo de pollo ensartado en su tenedor, lo tragó por cortesía, nada de lo que hacia en ese momento lo devolvía a la mesa donde la realidad lo esperaba sentado a su lado para restregarle su presente en la nariz.
Sería papá, él , con 20 malditos años de existencia tendría un hijo de Lucía, el primogenito. Ideas se revolvían en su cabeza como el ketchup en el plato, lo raro para él y para mi es que se sentía feliz, feliz de ser padre, de ser fértil, de darle un bebé a Lucía, un nieto a sus padres, esos que lo ahorcarían al saber esta noticia, ya veía los encéfalos de ellos trabajando a mil por hora al recibir las palabras que daban a entender la situacion, estrujarán ideas como el no terminar la carrera, el joderse la vida, el amarrarse, etc. toda esa mierda estúpida que dicen a veces los papás, lo dicen en contexto de enseñanza, sermón y no es nada más que mierda.
La idea de ser padre le gustaba cada vez más, el sentirse con una responsabilidad, pararía con la distorción por preocuparse de la guagua, lo juró.
Buscaría trabajo mañana mismo, nada le faltaría a él, o a ella?...

Sonó el telefono, se paró de la mesa, lo encontro en el desorden de su pieza, en el visor salía el nombre de la madre de su guagua, las palabras que entraban en su oido se reflejaban en sus retinas , que lloraba lagrimas de desilucion, el querer estar con Lucía era más fuerte que cualquier cosa, la impotencia de no poder verla,más un aborto espontáneo eran la respesta a tan grande pena, no se aplacará tan fácilmente y las ideas quedarán en la mente...

viernes, 1 de febrero de 2008

Más que hermanos.




Se miraron a los ojos, sin señas ni la más mínima gesticulación se entendieron, como dos hermanos unidos por la sangre que su madre les otorgó como herencia, supieron que hacer, que decir, el primero se bebió lo que le quedaba en el vaso, mientras el otro prendía un cigarrillo para sacarse los fantasmas del cuerpo, caminaron con pasos aprendidos como una burda coreografía de programa de televisión juvenil, rieron y rieron nuevamente al verse en esa situación tanto estúpida como repetida por ellos. Sin embargo algo ocurrió, se detuvieron al medio de la pista, por enésima vez se miraron, se podía ver a uno fumar frenéticamente, mientras al otro la sonrisa se le desvanecía, en su rostro no quedaba más que un vestigio de ella.

martes, 29 de enero de 2008

Dréname una vez más...


Al hablarme por teléfono, hace un rato atrás, me di cuenta cuán lejana estás de mí, de la forma de ser que tenias conmigo, no queda más que una tenue brisa, la cual no siento ni siquiera sin ropa y mojado.
La culpa fue mía, por eso me cuestiono si me agrada o no lo que siento, estar separados me hace sentir en pelotas a la vista y paciencia de los demás, no es mi karma ni mucho menos, sin embargo me incomoda, me descoloca.
Necesito un beso tuyo, esos de los que me drenan la saliva, me dejan la boca seca, con tu sabor en mis dientes. Cuando pienso en la sensación que me producía amarte, me pregunto por que mierda te dejé…es una decisión más en mi vida mal tomada, no tiene vuelta, como cuando te subes a una escalera mecánica, o como cuando te cortas el pelo, no sé si aún te amo, pero llevo tu voz en mi mente como la canción más dulce que existe. Te extraño, y prometo no escribir más hueas romanticonas ni cebollentas durante 1 año.

jueves, 24 de enero de 2008

Bienvenido a mi presente...


Extraño los momentos perfectos que pasaba hace unos dias, tranquilidad con una pisca de dolores en el estomago, como pinceles moviendose lentamente, brasas quemandose en las entrañas, que dajaban al final un gustito dulce, me preguntaba muchas cosas, me cuestionaba otras tantas, quizas ese fue mi error y de lo unico que me arrepiento, los dias perfectos se fueron, dejando una huella que inconcientemente yo sigo, queriendo encontrar mas temprano que tarde, octubres lindos, dias con finales anticipados, sabores agridulces en mis pensamientos, olores nuevos sensaciones pasadas se apoderaban de mis vibrantes manos, que pedian a gritos un poco mas...luego de la felicidad vienen dias negros, no plomos, negros de verdad, esos dias que ves todo mal, que no encuentras salida a nada, si, en esos dias soy un antisocial. Masco un chicle con ansiedad, me gustaria plasmar mas cosas de las que pienso y siento, no soy un buen narrador, no tengo facilidades con las letras, mi expresion es nula frente al mar inmenso de cosas e ideas que mojan mi cerebro, no escribo nada nuevo, lo se, me importa eso, como todo lo demas, soy un preocupado de la vida, de lo problemas de los demas, me afectan mas de lo que demuestro, tengo sentimientos? sentir no es lo mismo, quizas no, necesito espinas, es mi droga, una personaje que me lastime, soy masoquista en el amor como todos, necesitamos sentir inseguridad, no como la mia que me brota hasta por la nariz como los mocos transparentes que me salen por la alergia, hasta tengo alergia a la primavera, puedes creer eso? osea, la estacion mas feliz del año, con flores, colores, arco iris, aromas lindos y demaces me daña, por eso pido espinas dias lluviosos esos de los que me gustan y me hacen sentir a tono como en casa, puedo escribir mil cosas mas ideas con sentido no lo primero que se imagina por eso escribo tan mal porque todo lo que plasmo tiene un sentido que va de la mano con mis vivencias y sensaciones porque te recuerdo, yo no tengo sentimientos.